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El proceso

Bajo nuestro proceso de refinación por molienda, la sal bruta es lavada con salmuera saturada y agua fresca con el fin de eliminarle todas las impurezas inaceptables dentro de los parámetros de calidad. Inicialmente, la sal bruta, de 1/2" de diámetro, pasa por un premolino que la lleva a un tamaño entre 8-10 mesh. Luego, la sal es enviada al sistema que realiza el lavado con salmuera saturada y fresca para así proceder al centrifugado, proceso que ejecuta el último lavado con salmuera fresca y agua con la finalidad de separar, en su totalidad, las impurezas que trae la sal desde la salina. Esta sal resultante, con una humedad entre el 2% y 4%,  entra a la secadora de lecho fluido para salir con una humedad del 0,02% aproximadamente. El próximo paso es la parte de molienda, donde los cristales salen con un tamaño entre 16 y 70 mesh. La sal, transportada a través de elevadores, llega a los tamices donde es clasificada de acuerdo a las normas establecidas: la sal gruesa está entre 10 y 12 mesh, sal fina entre 16 y 20 mesh, y sal extrafina entre 40 y 70 mesh. Finalmente, la sal es enviada a diferentes tolvas para ser empacada. 
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